LA METAMORFOSIS


En una ocasión, durante el largo anochecer, se abrió una pequeña rendija una vez en una puerta lateral y otra vez en la otra, y ambas se volvieron a cerrar rápidamente; probablemente alguien tenía necesidad de entrar, pero, al mismo tiempo, sentía demasiada vacilación. Entonces Gregorio se paró justamente delante de la puerta del cuarto de estar, decidido a hacer entrar de alguna manera al indeciso visitante, o al menos para saber de quién se trataba; pero la puerta ya no se abrió más y Gregorio esperó en vano. Por la mañana temprano, cuando todas las puertas estaban bajo llave, todos querían entrar en su habitación. Ahora que había abierto una puerta, y que las demás habían sido abiertas sin duda durante el día, no venía nadie y, además, ahora las llaves estaban metidas en las cerraduras desde fuera.

1. Exponga el tema del fragmento y relaciónelo con el resto de la obra.

2. Analice los aspectos formales del texto.


3. Exponga su valoración personal y comente la influencia de Kafka en la cultura occidental.

1. Este fragmento cuenta cómo Gregorio nota que alguno de sus parientes quiera entrar en su habitación, pero finalmente se arrepiente. El protagonista aguarda toda la noche en vano.

El fragmento pertenece al comienzo de la segunda parte de las tres en que se divide la novela. Si la primera parte escenifica la frustración de Gregorio por no conseguir poder ser aceptado en su puesto de trabajo, ahora se verá rechazado por su propia familia. Un poco antes de este pasaje se muestra satisfecho porque gracias a su trabajo, su familia podía vivir confortablemente, pero ahora comienza a manifestarse la reacción injusta y desagradecida de su misma familia, que no disimula su disgusto por lo que le ha sucedido a Gregorio, aunque obviamente él no tiene ninguna responsabilidad y necesita su ayuda.

2. Ahora nos dirigiremos al análisis de la forma del fragmento.

En cuanto al narrador, observamos que el texto está escrito por un narrador omnisciente o extradiegético (podemos considerar que es lo mismo), pero es más complejo de lo que parece. Si nos fijamos bien, su conocimiento de los hechos no es completo, está matizado por el adverbio “probablemente” en la segunda línea, que nos remite al punto de vista de Gregoeio, que a veces es adoptado por el narrador.

En la obra hay frecuentes referencias al tiempo, para así mostrarnos el progresivo deterioro de las relaciones de los personajes de la obra y la progresiva pérdida de autoestima del personaje, que a caba sucumbiendo, al cabo de cuatro meses de acoso, a la autoridad de los demás. Aquí aparece una referencia inicial al “largo anaochecer”. La obra transcurre en otoño e invierno y la oscuridad dominante simboliza la angustia del protagonista. El final coincide con el momento en que aparece la primavera y la luz invade el cuarto, como símbolo del final del conflicto.

Hay otras dos referencias temporales. Una para referirse a hechos pasados, mediante una oración subordinada adverbial de tiempo introducida por la conjunción “cuando”; y otra para traer la accón al presente, mediante el adverbio “ahora”.

El espacio en el que transcurre la mayor parte de la obra es el cuarto de Gregorio. La habitación ha sido desprovista de sus muebles y Gregorio reconoce que ahora la habitación vacía le daba miedo.

Son continuas las referencias a las puertas cerradas de la habitación, representación de su sometimiento a la autoridad ajena. Las referencias a la llave reflejan el sometimiento a los demás, pues el protagonista se ve incapaz de manejarla, en oposición a los demás personajes, de cuya voluntad depende. La llave aquí referida, simboliza claramente la disponibilidad de libertad, de la que carece el protagonista. Cuando viola su enclaustramiento, el protagonista se verá cruelmente castigado. Los muebles tienen el mismo papel simbólico, pues representan la proyección de la personalidad de Gregorio (la mesa en la que antes escribía), y su pérdida simboliza su degradación.

En el fragmento solo aparece un personaje, el protagonista, Gregorio Samsa, mencionado dos veces como “Gregorio”. A partir de su transformación en insecto, el protagonista solo se ocupa de las consecuencias que tendrá para su vida laboral y para sus responsabilidades hacia el sostenimiento económico de la familia, como si no comprendiera la gravedad existencial del hecho. Por parte de la familia, sin embargo, recibe una respuesta egoísta: al no poder cumplir su función . La única posibilidad de relacióndel joven y su familia es su sometimiento y su aislamiento, y cuando transgreda ese orden, será ferozmente castigado. La curiosidad por traspasar las puertas de su habitación que aquí aparece y su esperanza por recomponer el orden anterior será sancionada más adelante con la muerte. A él se oponen los demás, enigmátic y genéricamente designados con el término “los visitantes”, que le añade terror a la descripción. Que llame así a su propia familia designa la extrañaza y frialdad de las relaciones establecidas.

En cuanto a la forma del fragmento, se trata de un texto perteneciente al género narrativo, y, en este caso, se utiliza exclusivamente la modalidad discursiva narrativa, que es la predominante en la novela (por encima del diálogo y de la descripción). Predomina claramente, por la tanto, el uso de los verbos, que es la parte de la oración que traslada las acciones y el movimiento (abrió, cerrar, sintió, se paró, entrar).

Los objetos son designados de forma directa y exigua (puerta, cuarto de estar, fuera) sin adjetivos. Esta pobreza ornamental y el uso de un lenguaje funcional, cerebral es una de las principales carcaterístilas del estilo kafkiano, además de lo surrealista y absurdo de las situaciones narradas. Por la misma razón, la desnudez del estilo, el texto carece de figuras retóricas que lo adornen.

El campo léxico dominante es el de la descripción espacial (rendija, puerta, cuarto de estar, habitación, llave, cerradura, dentro, fuera, entrar, salir). Son términos, como hemos señalado antes contadictorios, reflejo de la tensión del texto.



Como ya hemos mencionado, las oraciones complejas y compuestas están por todos lados en el texto, especialmente subordinadas adverbiales de tiempo; incluso en este fragmento no hay ninguna oración simple (más bien aparecen cuando hay diálogos o intervenciones directas).



3. La novela La Metamorfosis ha sido objeto de todo tipo de interpretaciones a lo largo del siglo XX, debido a su enorme valor simbólico (para unos refleja los problemas reales de Kafka con su propio padre, o el acoso de los judíos en la época prenazi, o la incomunicación en la sociedad urbana, o la reducción a objeto a que se condena al individuo en el capitalismo, la insolaridad con los colectivos en riesgo de exclusión social etc.).

Este fragmento expone el deseo de comunicarse con los demás por parte de Gregor y la dificultad por llevarlo a cabo.

Vemos que cuando decide ayudar a vencer la indecisión de los demás, Gregorio lo espanta, y cuando tiene la esperanza de que alguien se aproxime a él, se ve enclaustrado definitivamente, cruelmente cerrado incluso con llave (es exagerado y cruel, pues él ni siquiera puede manipular el picaporte). Esto lo sume en un profundo desconsuelo.

En realidad no es por desinterés de los demás, que toman a veces tímidas iniciativas por conectar con él, sino porque no consiguen hacerse entender recíprocamente; incluso cuando, al principio de la novela, su hermana quiere complacerle, se equivoca y lo molesta.

Lo mismo pasa con los gestos de Gregorio, que no son interpretados adecuadamente. Cuando pretende ser sumiso con sus jefes, o amable con los huéspedes o cariñoso con su madre, es rechazado.

El problema de la incomunicación es muy importante en la novela, pues tendrá consecuencias trágicas. De la incomunicación se pasa al desprecio, de este a la violencia, y, finalmente, la muerte del protagonista.

Kafka refleja de forma alegórica y absurda, un hecho real y frecuente, y es el rechazo en que sufren las personas en el seno de la familia o el círculo de amigos cuando cambian, por la edad, por convicciones ideológicas, o por accidentes físicos o enfermedad.

La incomunicación. Éste es el rasgo que más impresiona de la obra, el hecho de que su familia sea ciega, sorda y muda, y no se preocupe por lo que le ha pasado a Gregorio sino por su situación económica, pues en su estado no puede trabajar. No se molestan en darle palabras de cariño, para que al menos note afecto, sino que le practican todo tipo de vejaciones para que se sienta rechazado, como por ejemplo cuando toman por costumbre colocar en su habitación todos los estorbos. Además pensaban que Gregorio no tenía por qué sentirse abandonado porque para atenderle ya estaba la asistenta, que como era mayor y había sufrido, se suponía que había sobrevivido a “mayores amarguras”. Sin embargo, lo peor es que llegaron a desear su muerte “Es forzoso intentar librarnos de él. Hemos hecho cuanto era humanamente posible para cuidarle y tolerarle”, e incluso se alegraron tras ésta.

Una vida arruinada que puede parecer incierta, pero que es más real de lo que creemos. Una existencia marcada por la incomunicación y el rechazo, vivencias que crean personas resignadas y seres deprimidos que no logran ningún punto de conexión con la vida que nos acecha y creen ser unos extraños absolutos frente a los demás seres. Una actitud de constante vigencia en la actualidad. Así somos los humanos, como Gregor Samsa, podemos ser superados por las presiones del trabajo, de la familia y podemos ahogarnos en cada uno de nuestros miedos internos. Miedos e inquietudes que provocan que nos veamos diferentes, tanto como un insecto ante un humano.

La influencia de Kafka en la cultura occidental ha sido inmensa. Ha dado lugar a un adjetivo para definir situaciones absurdas y angustiantes (kafkiano). Solo Dante tiene tanta universalidad, y también decimos “dantesco”. Esta popularidad contrasta con su vida oscura y su deseo (parcialmente incumplido) de que a su muerte destruyeran quemaran sus manuscritos.

Su influencia en la cultura occidental alcanza a los dos movimientos más importantes del siglo XX: el surrealismo y el existencialismo. La situación absurda del comienzo es parecida a las situaciones surrealistas planteadas en las obras de teatro y las narraciones de Eugene Ionesco y Samuel Beckett. Incluso este absurdo tratado de forma realista se parece al denominado “realismo mágico” del Premio Nobel Gabriel García Márquez.

También la soledad a la que se ve condenado el individuo y su incomunicación intrínsica, es tema central de las obras existencialistas de los autores franceses Albert Camus y Jean Paul Sartre.

En otros ámbitos artísticos la obra de Kafka ha sido objeto de un amplio tratamiento cinematográfico (La Metamorfosis ha sido llevada al cine por Carlos Atanes o Fran Estévez; pero sobre todo destaca la adaptación de Orson Welles a El proceso).

Pero lo más sorprendente es la popularidad alcanzada por el autor, a pesar de la dificultad de sus obras, por representar las inquietudes juveniles. Así vemos que se ha convertido en un icono de su ciudad, Praga, y aparece en todo tipo de objetos: camisetas, ropa, pósters, postales, etc.

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