II.F. EL ENSAYO


II.F. EL ENSAYO
El término “ensayo” fue creado Montaigne, como título de su famosa obra “Essais” (1580), que constaba de 94 capítulos donde el autor exponía sus puntos de vista personales ante asuntos variados: la amistad, los libros, la naturaleza, etc.
El ensayo se puede caracterizar de la siguiente manera:
Un escrito de variable extensión, que puede ser desde un artículo periodístico, hasta un libro. No obstante, tiende a la brevedad, frente a la amplia extensión del tratado científico.
El autor afronta un tema y lo desarrolla subjetivamente, con rigor argumentativo, pero sin los datos exhaustivos que deben aparecer en un escrito científico para que sea comprendido por lectores profanos en la materia.

   Cuando un autor escribe un ensayo pretende plantear una serie de cuestiones desde su particular punto de vista. Le interesa despertar el interés del destinatario.
   Características del ensayo:
   • Brevedad : no pretende analizar exhaustiva y rigurosamente un tema, sólo ofrecer una opinión.
   • Subjetividad: sugiere al lector una interpretación nueva o ingeniosa sobre el asunto tratado.
   • Vinculación al contexto histórico.
   • Estructura libre: se entremezclan ejemplos, citas…; no obstante, se recurre a estructuras argumentativas como la deductiva, la inductiva o en paralelo.
   • Variedad de temas : histórico, filosófico, literario, etc.; aunque los de actualidad y los humanísticos son los más frecuentes.
   • Interés por el estilo: cuando el nivel de lengua que se utiliza es de gran calidad estética, el ensayo puede convertirse en una obra artística más.
   • Lenguaje conceptual, libertad de tono y estilo, que suele ser elegante y ameno.

   Son ensayos un folleto, un discurso, un panfleto, un artículo, un manifiesto o un tratado.

   Estructura
   La estructura del ensayo es sumamente flexible, ya que toda sistematización es ajena a su propósito esencial, que es deleitar mediante la exposición de un punto de vista que no pretende agotar un tema, como sí haría (y sistemáticamente) el género literario meramente expositivo del tratado; por eso estas indicaciones son meramente orientativas. Adopta las modalidades expositivo-argumentativas y en ellas puede incluir la narración la descripción o el diálogo.

   Como texto expositivo-argumentativo se estructura de la siguiente forma:

   Introducción.

   Es la que expresa el tema y el objetivo del ensayo; explica el contenido y los subtemas o capítulos que abarca, así como los criterios que se aplican en el texto.
   Esta parte constituye la presentación del tema sobre el que el autor va a desarrollar su propio punto de vista, así como de las razones por las cuales considera importante aproximarse a dicho tema. Además, esta parte puede presentar el problema que plantea al tema al cual vamos a abocar nuestros conocimientos, reflexiones, lecturas y experiencias. Si este se plantea, entonces el objetivo del ensayo será presentar nuestro punto de vista sobre dicho problema (su posible explicación y sus posibles soluciones). La mayoría de las veces, sin embargo, el ensayo plantea un tema bastante genérico como para adentrarse en él con toda la libertad del que divaga con sus opiniones y creencias, pero paseando a través de un territorio desconocido.

   Desarrollo.

   Contiene la exposición y análisis del mismo, se plantean las ideas propias y se sustentan con argumentos.

   Tipos de argumentos:
   Según su capacidad persuasiva:
          • La pertinencia: los argumentos pertinentes están relacionados con la tesis o la refuerzan.
          • La validez: si conducen a la conclusión deseada. De lo contrario, son falacias.
          • La fuerza argumentativa: la facilidad con que se rebaten: los argumentos débiles frente a los sólidos y los irrefutables.

   Según su función:
          • Argumentos de apoyo a la tesis propia.
          • Concesiones o ideas de la tesis contraria que se admiten provisionalmente.
          • Refutaciones o argumentos con los que se rebate total o parcialmente la tesis contraria.

 Según su finalidad:
          Argumentos racionales: se basan en las relaciones causa-efecto, concreto-abstracto, condición-resultado, individual-general.
               • El silogismo: es un razonamiento que consta de dos premisas y de una conclusión que se deduce necesariamente de ellas.
               • El ejemplo. Uso de datos, relatos, anécdotas, etc. que ilustran la validez o la falsedad de un argumento.
               • El uso del sentido común y el uso de refranes y máximas. Aquí son fundamentales los TÓPICOS: son fórmulas o esquemas fijos de carácter moral, cultural, religioso, de la experiencia, las costumbres. Ejemplos de tópicos: lo bello es preferible a lo feo; las mujeres son más débiles que los hombres; los jóvenes son más impetuosos que los adultos; los tiempos pasados son mejores que los del presente, o viceversa...
               • El argumento de autoridad: se recurre a la cita de algún sabio, pensador, escritor... Ejemplos: Como dice Sócrates...// Ya Descartes afirmaba Pienso luego existo, por consiguiente...
 

 Argumentos afectivos o emocionales. La diferencia con los anteriores radica en el uso del lenguaje: se buscan los valores expresivos, mediante el empleo de recursos estilísticos. Predominan los valores connotativos, al igual que en los textos literarios. El uso de la argumentación afectiva está condicionado por el tipo de texto. Es inadecuada en textos científicos, pero aparece con frecuencia en textos humanísticos.

   Conclusión.

   En este apartado, el autor expresa sus propias ideas sobre el tema, se permite dar algunas sugerencias de solución, cerrar las ideas que se trabajaron en el desarrollo del tema y proponer líneas de análisis para posteriores escritos.
   Esta última parte mantiene cierto paralelismo con la introducción por la referencia directa a la tesis del ensayista, con la diferencia de que en la conclusión la tesis debe ser profundizada, a la luz de los planteamientos expuestos en el desarrollo. Se puede "inferir" en esta que es la manera de comprobar lo que se dijo anteriormente, explicando por qué sustenta un tema o una opinión y las motivaciones que lo llevan a desarrollarlo o bien que lo terminen de una mejor forma.


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