2 de Bachillerato. Narrativa siglo XX



D. LA NARRATIVA DEL S. XX HASTA 1939
LA NOVELA DE LA GENERACIÓN DEL 98
La novela de Miguel de Unamuno
Unamuno se sirvió de la novela para expresar sus dudas y preocupaciones existenciales y filosóficas: le dio un nombre distinto: nivola. Las novelas o nivolas de Unamuno pretenden ser un relato esencial de un conflicto de conciencia.
Amor y pedagogía, Niebla y San Manuel Bueno, mártir. Otras novelas: Paz en la guerra, Abel Sánchez, La tía Tula.
La novela de Pío Baroja
Se trata del novelista más convencional y prolífico de su generación. Podemos destacar: Espontaneidad; observación subjetiva de la realidad; trama única con un personaje central y una multiud de personajes secundarios y estilo impresionista. impresionista . Sólo sus novelas pasan de sesenta, escritas al ritmo de unas dos por año. Treinta y cuatro de ellas se agrupan en trilogías, algunas como ejemplo:
—Tierra vasca, formada por La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz y Zalacaín el aventurero personaje inolvidable, en la última guerra carlista.
—La lucha por la vida: La busca, Mala hierba y Aurora roja. La primera es su obra más intensa.
La raza: El árbol de la ciencia, acompañada por La dama errante y La ciudad de la niebla.
La novela de José Martínez Ruiz "Azorín"
Se caracteriza fundamentalmente por el estilo, sencillo y claro, inconfundible por el uso de frases cortas; el vocabulario, exacto y preciso; la capacidad para describir nostálgicamente impresiones, sensaciones, paisajes, etc.; su habilidad para percibir el detalle de las pequeñas cosas cotidianas (los primores de lo vulgar, en frase de Ortega y Gasset). Su primer ciclo de novelas está formado por La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo, de carácter autobiográfico las tres y con un protagonista común, Antonio Azorín.
La novela de Valle-Inclán
Valle-Inclán escribió poesía, teatro y novela, siempre con una actitud renovadora y antirrealista. Suelen distinguirse dos periodos en su producción: el modernista y el de los esperpentos.
Después de algunos libros de cuentos escribe las Sonalas. Escribió después La guerra carlista, trilogía compuesta por Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera y Gerifaltes de antaño.
La estética del esperpento, que desarrollaría en su producción teatral, basada en la ridiculización de personajes y la deformación sistemática de la realidad, se inicia con Tirano Banderas , retrato de un dictador hispanoamericano. La plenitud de esta estética se manifiesta en El ruedo ibérico, trilogía formada por La corte de los milagros, Viva mi dueño y Baza de espadas. Constituyen un relato satírico de los últimos años del reinado de Isabel II en el siglo XIX
LA NOVELA DE LA GENERACIÓN DEL 14 O NOVECENTISMO
Gabriel Miró: Su prosa destaca principalmente por la utilización de la descripción. Describe el color y la luz de un lugar concreto, y también el olor e incluso el sabor. Las novelas más conocidas de Gabriel Miró son Las cerezas del cementerio, Nuestro Padre San Daniel y su continuación El obispo leproso.
Ramón Pérez de Ayala: Este autor mezcla magistralmente en sus novelas los elementos locales de su Asturias natal con lo cosmopolita. Entre las novelas de la primera época destaca Troteras y danzaderas. Otros títulos son Tinieblas en las cumbres, A. M. D. G. y La pata de la raposa .
E. LA NARRATIVA DESDE 1940 A LOS AÑOS 70
LA NARRATIVA DE LA DÉCADA DE 1930 Y LA NOVELA DE EXILIO
Arturo Barea, Ramón J. Sender, Max Aub, Francisco Ayala, al acabar la guerra marchan al exilio por su apoyo a la República. En general, tratan con insistencia sobre el tema de la guerra y la evocación de la infancia.
LA NOVELA DE LOS AÑOS 40
1.-NOVELA EXISTENCIAL: la desorientación, la hostilidad de la vida y la angustia marcan los motivos de parte de la novela de estos años.
Nada de Carmen Laforet: lrecoge hechos cotidianos de su vida, inmersa en la incomunicación y el desencanto, y en La sombra del ciprés es alargada, Miguel Delibes: muestra sus preocupaciones existencialistas.
2.- EL TREMENDISMO: reflejan los aspectos más desagradables y brutales de la realidad para efectuar una reflexión profunda sobre la condición humana: La familia de Pascual Duarte, Camilo José Cela: la novela narra un cúmulo de crímenes y de atrocidades.
DÉCADA DE LOS 50. EL REALISMO SOCIAL
La colmena de Cela, publicada en 1951, es un precedente de la novela social. En ella con más o menos realismo aparece reflejada la sociedad del momento.
Se observan dos grandes tendencias:
a) El neorrealismo. Que se centra en los problemas del hombre como ser individual (la soledad, la frustración...): Ana María Matute, Ignacio Aldecoa, (El fulgor y la sangre), Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama; novela conductista; crónica de un día de domingo de un grupo de jóvenes junto al río Jarama) y Carmen Martín Gaite (Entre visillos).
b) Novela social (realismo social): se centra en los problemas de los grupos sociales. Jesús Fernández Santos (Los bravos), Jesús López Pacheco (Central eléctrica), Juan García Hortelano (Nuevas amistades, Tormenta de verano); Armando López Salinas (La mina)
El tema de la novela es la sociedad española: la dureza de la vida en el campo, las dificultades de los trabajadores industriales; la explotación del proletariado y la banalidad de la vida burguesa. El estilo de la novela realista es muy sencillo.
LA NOVELA DE LOS AÑOS SESENTA
También se conoce este movimiento como Realismo Dialéctico, porque estas novelas exigen el diálogo y la participación activa del lector para encontrar el sentido de la obra.
Los escritores españoles se dejan influir por los autores europeos (Proust, Kafka, Joyce), norteamericanos (Faulkner, Dos Passos) o latinoamericanos (Vargas Llosa, Cortázar, García Márquez),
Ya no se pretende sólo denunciar la situación social, sino que también se persigue la experimentación de nuevas formas y elementos, como el perspectivismo argumental, el monólogo interior o los continuos saltos hacia atrás o hacia delante en el argumento.
Dos novelas son consideradas los modelos: Tiempo de silencio de Luis Martín Santos y Señas de identidad de Juan Goytisolo.
Otros autores: Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa), Juan Benet (Una meditación), etc.
F. LA NARRATIVA DESDE LOS AÑOS 70 A NUESTROS DÍAS
En las últimas décadas conviven:
a) Novelistas importantes de la posguerra: Delibes, Cela y Torrente Ballester sobre todo. b) Algunos novelistas de la "Generación del 50": Juan y Luis Goytisolo, Juan Marsé, Carmen Martín Gaite, etc.
c) Los novelistas de la generación del 75. En los setenta hay autores que siguen la novela experimental. Prestan más atención a la forma que al contenido. Abundan las historias fragmentadas y los monólogos interiores. Este tipo de novela está dirigido a un lector inteligente y culto, con formación suficiente para comprender las dificultades sintácticas que los autores plantean.
En la llamada generación de 1975:
EDUARDO MENDOZA publicó en 1975 La verdad sobre el caso Savolta, que puede considerarse el punto de partida de la narrativa actual. Sin renunciar al empleo de técnicas experimentales, el autor ofrece en esta novela de corte policíaco un argumento que atrapa la atención del lector. En obras posteriores ha mostrado su excepcional capacidad paródica: Sin noticias de Gurb, El laberinto de las aceitunas, El asombroso viaje de Pomponio Flato y El misterio de la cripta embrujada subvierten de forma irónica los tópicos de tres géneros consagrados: la novela de misterio, la novela negra, la novela histórica y la novela de ciencia ficción.
La obra de JAVIER MARÍAS se distingue por la presencia de una serie de temas obsesivos, como el misterio de la identidad personal y la reflexión sobre el tiempo. Entre sus obras destacan Todas las almas, Corazón tan blanco y Mañana en la batalla piensa en mí. En ANTONIO MUÑOZ MOLINA se conjugan de forma armónica el rigor en la construcción del relato y la preocupación por elaborar un argumento atractivo para el lector. Destaca la calidad de la prosa, intensa, que se desarrolla en períodos amplios, de ritmo muy cuidado. Sobresalen entre sus obras El invierno en Lisboa, una magnífica novela de intriga; El jinete polaco, evocación autobiográfica; y Plenilunio. Sefarad desarrolla en clave de literatura situaciones históricas.
En la nueva narrativa es posible identificar ciertas tendencias temáticas. Novela policíaca y de intriga. Entre sus cultivadores destacan Manuel Vázquez Montalbán, autor de una serie protagonizada por el detective privado Pepe Carvalho. Novela histórica. Se pueden citar como ejemplos El oro de los sueños, de José María Merino; El hereje, de Miguel Delibes, así como la saga protagonizada por el capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, ambientada en el Siglo de Oro. Novela de la reflexión íntima. El desorden de tu nombre, de Juan José Millás, que combina la introspección psicológica con la reflexión literaria. En La lluvia amarilla, Julio Llamazares narra el abandono de los pueblos a través de un largo y emocionado monólogo.

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