Apuntes de 3ESO. Lengua y Literatura

GRAMÁTICA

La lengua como sistema: unidades lingüísticas

La lengua es el sistema formado por una serie de elementos lingüísticos que se relacionan entre sí mediante un conjunto de reglas.

Estos elementos, de menor a mayor, son: el fonema, la sílaba, el morfema, la palabra, el grupo de palabras, el enunciado y el texto.

Unidades sin significado
Fonema. Es la unidad mínima de la lengua. Ejemplos: /b/, /z/. Los fonemas representan los sonidos en el habla y se corresponden con las letras en la escritura.
Sílaba. Está formada por uno o más fonemas que se pronuncian en una sola emisión de voz.

Unidades con significado
Morfema. Formado por uno o más fonemas, es la unidad mínima dotada de significado, pero su significado no es autónomo, depende de su combinación con otros elementos. Ejemplos: interes-ante, des-hacer.
Palabra. Es la unidad más pequeña de significado léxico completo. En la escritura las palabras suelen ir separadas por espacios en blanco. Ejemplos: casa, particular.
Grupo sintáctico. Se trata de una o varias palabras unidas por relaciones de dependencia y concordancia que tienen un significado conjunto y cumplen una función determinada dentro de la oración. Ejemplos: (clases) de francés; (equipo) de fútbol.
Enunciado. Se trata de la unidad de comunicación mínima según la intención comunicativa del hablante y constituye un mensaje. Cuando el enunciado contiene un verbo se denomina oración.
Texto. Es la unidad máxima de comunicación con sentido completo. Puede estar formado por una o varias oraciones. Cuando el texto es muy extenso, y dependiendo de su naturaleza, se organiza en párrafos, capítulos, etc.


Léxico: Cómo se forman las palabras

Las palabras se forman combinando unidades más pequeñas, los morfemas.

Los morfemas se clasifican atendiendo al significado que aportan a la palabra de la siguiente manera:

  • Morfema léxico o raíz. Proporciona el significado básico de la palabra.
  • Morfema gramatical. Añade significados complementarios. Puede ser:

  • Flexivo. Indica género, número y persona, tiempo y modo verbales.
  • Derivativo. Sirve para formar nuevas palabras. Puede ser prefijo, si va delante de la raíz, y sufijo, si va detrás.

Clases de palabras según su estructura

Las palabras, según las unidades que las formen, pueden clasificarse en:

  • Simples. raíz + morfemas flexivos (letra).
  • Derivadas. raíz + morfemas derivativos (letr-ero).
  • Compuestas. raíz + raíz (letra de cambio).
  • Las siglas son nombres formados por las iniciales de una expresión más extensa: AVE → Alta Velocidad Española.
  • Los acrónimos son siglas que se pronuncian como una palabra, en cuya formación se combinan las iniciales de las palabras o bien partes de diversas palabras: Insalud → Instituto Nacional de la Salud, Ovni, ofimática.

Derivación y parasíntesis

Derivación

En español, el procedimiento más habitual de formación de palabras nuevas es la derivación. Consiste en añadir a la raíz uno o más morfemas derivativos. Los morfemas derivativos pueden ser:

  • Prefijos. Se colocan delante de la raíz y no afectan a la categoría gramatical de la palabra.
  • Sufijos. Se colocan detrás de la raíz y se dividen según su significado y según modifiquen o no la categoría de la palabra:

- Categoriales. Cambian la categoría gramatical de la palabra base o modifican su significado. negro, negrura, negrear.

- Valorativos. Modifican la raíz sin cambiar la categoría gramatical de la palabra base. Pueden ser: aumentativos, diminutivos, despectivos y superlativos. coche, cochazo.

Parasíntesis

La parasíntesis es otro procedimiento para fomar palabras que opera de dos maneras:

  • Palabras formadas por composición y derivación: quinceañera.
  • Palabras formadas por prefijación y sufijación simultáneamente, de forma que la palabra solo con prefijo o solo con sufijo no existe: enamorada.



Préstamos y extranjerismos

Son préstamos las palabras y expresiones que una lengua toma de otra: chaleco → del italiano giulecco.

Un préstamo es extranjerismo cuando mantiene su forma original: kitesurf → del inglés kite ‘arrastre’ y surf ‘olas’.

● No debe utilizarse la palabra extranjera si hay una palabra en español para referirse al mismo significado: Afición en lugar del término inglés hobby.

● Los extranjerismos adaptados a la pronunciación y a la grafía española deben seguir todas las reglas ortográficas del español: fútbol, chaqué, estándar.

● Los extranjerismos que no se hayan adaptado al español respetarán su ortografía original: hippie, pizza, ranking.

● En la escritura, se deben distinguir mediante el uso de la cursiva si no están aceptados por la Real Academia Española: Me sobresaltó el flash de la cámara.



Ortografía Reglas de acentuación

La tilde debe colocarse sobre la vocal de la sílaba tónica en los siguientes casos:

  • En palabra aguda acabada en vocal, -n o -s: salió, turrón, anís.
  • En palabra llana acabada en consonante distinta de -n o -s: útil, ámbar.
  • En palabra esdrújula o sobresdrújula: entrégamelo, acuérdate.

Acentuación de diptongos, triptongos e hiatos

  • Diptongo y triptongo. Siguen las reglas generales de acentuación y si deben llevar tilde, se coloca sobre la vocal abierta: vieron, cuando, población, náutico; averiguáis, acariciéis.
  • Hiato. No sigue las reglas generales de acentuación; si está formado por una vocal abierta y otra cerrada, siempre se pone tilde en la vocal cerrada: prohíbes, estarías, aúllan.

La tilde diacrítica

La tilde diacrítica sirve para señalar las diferencias de significado o de categoría gramatical en algunas palabras.

Se utiliza en los siguientes casos:

  • Interrogativos y exclamativos. Todos los determinantes, adverbios y pronombres interrogativos y exclamativos llevan tilde: qué, quién, cuál, cuándo, cuánto, dónde, cómo.
  • Monosílabos. Las palabras monosílabas son agudas y, por regla general, no llevan tilde; pero sí se emplea, para diferenciar determinadas categorías: el (determinante artículo) / él (pronombre personal); te (pronombre personal) / té (sustantivo); etc.



Las clases de palabras

Las palabras pueden clasificarse por categorías según el significado que aportan, la forma que pueden adoptar y la función que desempeñan en la oración.

Existen ocho categorías de palabras: nombre o sustantivo, adjetivo, verbo, determinante, pronombre, preposición, conjunción y adverbio.

El nombre o sustantivo designa seres, objetos, lugares o ideas. Tiene género (masculino o femenino) y número (singular o plural).

Atendiendo a su significado y a su posibilidad de combinarse con otros elementos, los sustantivos se clasifican en ocho tipos: común, propio, concreto, abstracto, contable, no contable, colectivo, individual.

El adjetivo indica características o cualidades de los sustantivos. Siempre concuerda en género y número con un sustantivo.

Los adjetivos, según su significado y sus posibilidades gramaticales de combinación, pueden ser calificativos o relacionantes.

A su vez, el adjetivo calificativo tiene un significado que se puede expresar en grados: positivo, comparativo y superlativo.

El verbo expresa nociones diversas, como acción, existencia, estado, etc. Es el núcleo de la oración.

El verbo está formado por una raíz, que aporta el significado léxico, y los morfemas flexivos, llamados desinencias, que añaden las nociones gramaticales de persona, número, tiempo, aspecto y modo.

El verbo puede clasificarse en los siguientes grupos según los complementos con los que se combine: copulativo (carecen de significado léxico), transitivo (necesitan un complemento), intransitivo (no necesitan complemento), pronominal (se conjugan con un pronombre personal).

Los determinantes y los pronombres: Los sustantivos aparecen en la oración acompañados de otras palabras que los presentan: los determinantes. En otras ocasiones, se hace referencia a ellos a través de los pronombres: artículos, pronombres personales, posesivos, demostrativos, numerales, indefinidos, relativos, interrogativos y exclamativos.

La preposición indica que la palabra o grupo de palabras que la sigue depende de otra anterior.

Estas son las preposiciones en español: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, sobre, tras.

La conjunción, también denominada nexo, sirve para relacionar diferentes unidades, como palabras, sintagmas u oraciones.

Existen dos tipos de conjunciones: las que unen elementos de la misma categoría, coordinantes, y las que establecen relaciones de dependencia entre oraciones, subordinantes.

  • Conjunciones coordinantes: copulativas, disyuntivas, distributivas, consecutivas, adversativas, explicativas.
  • Conjunciones subordinantes: completivas, causales, concesivas, condicionales, finales, temporales, modales, consecutivas, comparativas.

El adverbio expresa circunstancias de diverso tipo. Puede complementar a otra categoría gramatical, como a un verbo, a un adjetivo, a otro adverbio o a toda una oración.

Los adverbios más frecuentes son: lugar, tiempo; modo; afirmación; negación; cantidad; deseo; duda; exclusión, inclusión o adición; identidad; exclamación.



Género y número de los sustantivos.

El género de los sustantivos

En los sustantivos se dan algunas formas peculiares en cuanto al género:

  • Género ambiguo y género común. Algunos sustantivos pueden ir acompañados indistintamente de determinantes y adjetivos masculinos y femeninos. Se denominan ambiguos: el/la maratón; el/la mar.

Otros sustantivos tienen una única forma y solo cambian el género cuando cambian los determinantes y adjetivos que los acompañan. Son sustantivos de género común: el/la pianista.

  • Sustantivos epicenos. Se trata de los sustantivos que designan seres sexuados y que, sin variar de forma, siempre son masculinos o femeninos, pueden referirse tanto al macho como a la hembra: el personaje.
  • Sustantivos homónimos. Son aquellos en los que el cambio de género comporta un cambio de significado: el orden / la orden.

El número de los sustantivos

Existen peculiaridades en el número de algunos sustantivos:

  • Solo tienen singular: caridad, Norte, caos.
  • Solo tienen plural: natillas, añicos, enseres.
  • El número no afecta al significado: tijera/tijeras.



El grupo sintáctico

Un grupo sintáctico o grupo de palabras es la unidad lingüística formada por una o más palabras organizadas en torno a un núcleo con el que mantienen relaciones de dependencia y concordancia. Tiene un significado conjunto y cumple una función dentro de la oración o dentro de otro grupo.

Hay tres criterios por los que podemos identificar un grupo dentro de una oración: su estructura, su función y su movilidad.

Los grupos sintácticos se clasifican según la categoría gramatical de su núcleo; pueden ser: nominales, verbales, adjetivales, adverbiales o preposicionales.

El grupo nominal (GN). Un sustantivo es siempre el núcleo de un grupo nominal. Puede aparecer solo o formar un grupo acompañado de otros elementos. Su estructura es: determinante + núcleo + complementos del nombre.

Puede desempeñar las siguientes funciones: sujeto, atributo, complemento directo, complemento circunstancial y aposición.

El grupo adjetival (GAdj) se estructura en torno a un adjetivo que funciona como núcleo. Su estructura básica es: modificador + núcleo + complementos del adjetivo. Puede funcionar como adyacente dentro de un grupo nominal y, dentro de la oración, como atributo y complemento predicativo.

El grupo adverbial (GAdv) se organiza alrededor de un adverbio, su núcleo. Presenta la estructura siguiente: modificador + núcleo + complementos del adverbio. Puede desempeñar la función de complemento de un adjetivo, de otro adverbio o de complemento circunstancial del verbo.

El grupo preposicional (Gprep). La preposición no funciona como núcleo del grupo. Funciona como enlace de otro grupo sintáctico que la sigue y cuya función es la de término. Su estructura es siempre: núcleo + término. Dentro de una oración puede desempeñar la función de complemento directo de persona, indirecto, circunstancial, agente y de régimen.

El grupo verbal (GV) se organiza en torno a un verbo conjugado, que es su núcleo. Puede configurarse según la estructura: modificador + núcleo + complementos verbales.

La función exclusiva del grupo verbal es la de predicado de la oración. Los complementos verbales son: complemento directo, indirecto, circunstancial, predicativo, de régimen, agente y atributo.

Léxico Composición

La composición consiste en sumar dos o más raíces o palabras para formar una palabra nueva que combina los significados de ambas. Pueden ser de dos tipos:

  • Gráficos. Se trata de la unión de dos palabras en una unidad gráfica: coliflor, dieciséis.
  • Sintagmáticos. Las palabras no llegan a unirse gráficamente: físico-químico, estrella de mar.

Ortografía Acentuación de compuestos

Los compuestos gráficos siguen las reglas generales de acentuación:

  • Si el primer componente tiene tilde como palabra individual, puede perderla dependiendo de cuál sea la palabra compuesta resultante: balón + mano → balonmano.
  • Aunque ninguno de sus componentes tuviera tilde, la palabra compuesta puede tenerla según las reglas generales de acentuación: va + y + ven → vaivén.
  • Solo se conserva la tilde del segundo componente: décimo + séptimo → decimoséptimo.


Los compuestos sintagmáticos se acentúan individualmente, es decir, cada elemento conserva su tilde original: físico-químico, máquina de coser.

Los adverbios acabados en -mente llevan la tilde si el adjetivo del que proceden también la lleva: útil + mente → útilmente; sola + mente → solamente.

Norma y uso Caso especial de concordancia. Compuestos. Medida

Caso especial de concordancia

Los sustantivos de género femenino que empiezan por a- o ha- tónicas deben llevar el artículo el en vez de la: el águila, no *la águila.

El plural en los compuestos

En los sustantivos compuestos formados por dos sustantivos en los que el segundo actúa como modificador del primero, solo se escribe en plural el primer elemento del compuesto: carril bici → carriles bici.

Los números compuestos

Los nombres de los números son palabras compuestas a partir del número dieciséis. Se escriben en una palabra hasta el número treinta, y separados en tres palabras independientes a partir de treinta.



Clases de enunciados

  • No oracional. Carecen de verbo.
  • Oracional. Tienen verbo y, por tanto, sujeto y predicado.

El enunciado y la intención comunicativa

Según su intención comunicativa, los enunciados se pueden agrupar en:

  • Enunciativo. Sirve para afirmar o negar un hecho, considerándolo real objetivamente. Tiene una forma verbal en indicativo. Ya no se oye ese ruido. Mañana hará calor.
  • Interrogativo. Se emplea para preguntar por algo o por alguien. En la escritura, va entre signos de interrogación. ¿A qué hora quedamos? ¿Cuándo llega tu hermano?
  • Imperativo. Se utiliza para ordenar, pedir o sugerir que el destinatario actúe de un modo determinado. Lleva un verbo en imperativo en enunciados afirmativos y en subjuntivo en enunciados negativos. Prohibido pisar el césped. No dejes eso ahí.
  • Exclamativo. Sirve para expresar emociones como sorpresa, alegría, asombro, etc. En la escritura va entre signos de exclamación. ¡Qué maravilla! ¡Por fin ha llegado tu hermano!
  • Dubitativo. Se utiliza para expresar incertidumbre, duda o probabilidad acerca de un determinado hecho. Va introducido por adverbios o locuciones como quizá, a lo mejor, tal vez, puede que, etc. A lo mejor no tenía batería el teléfono. Puede que no regrese más.
  • Desiderativo. Se usa para expresar deseos del hablante. Suele llevar un adverbio como ojalá o así, o la conjunción que seguida de un verbo en subjuntivo. Buenas noches. Que me quede como estoy.

El sujeto

Los constituyentes inmediatos de la oración son el sujeto y el predicado. Se denominan constituyentes inmediatos porque forman la primera división que se realiza al analizar una oración. Entre el sujeto y el predicado se produce concordancia.

El sujeto puede ser: Explícito (Aparece de forma explícita en la oración) y Omitido o elíptico (No aparece expresamente, pero se deduce por la desinencia verbal).

Cómo identificar el sujeto

a) Concordancia. Al cambiar el número del sujeto también cambiará el número del verbo.

El locutor sonrió. → Los locutores sonrieron.

b) Conmutación. El núcleo del sujeto se puede conmutar por un pronombre personal o por el pronombre demostrativo eso (Él sonrió).

c) Pregunta. El sujeto suele responder a la pregunta ¿quién? cuando está desempeñado por personas, y ¿qué? cuando es cosa.

Oraciones impersonales

Las oraciones impersonales son aquellas oraciones que carecen de sujeto, bien porque el verbo no puede tenerlo, bien porque el hablante ha decidido dejarlo indeterminado.

Las oraciones impersonales se pueden clasificar según el verbo que desempeñe la función del núcleo del predicado:

Verbos meteorológicos. El núcleo es un verbo que refiere un fenómeno meteorológico o natural, como llover, granizar, etc.: Llovió toda la noche.

Verbos haber y hacer. En tercera persona del singular: En la vida no hay respuestas sencillas; Hace mucho frío.

Ocasionales. Se construyen con verbos en 3ª persona de plural, pero no se refieren a un sujeto plural, sino desconocido o voluntariamente ignorado: ¡Me han suspendido en lengua!

Impersonales reflejas. Se reconocen porque el verbo aparece acompañado por el pronombre se, que puede sustituirse por un sujeto indefinido como cualquiera, todo el mundo… En la montaña se disfruta de una vista excelente → En la montaña todo el mundo disfruta de una vista excelente.



El predicado

El predicado expresa la información que transmitimos sobre el sujeto. Se trata de un grupo verbal, formado por un núcleo o verbo acompañado o no por complementos.

Clases de predicado

Según la clase de verbo y los complementos con que se combina distinguimos dos tipos de predicado:

● Predicado nominal. Está constituido por un verbo copulativo, cuya función es la de unir el sujeto con la cualidad o estado que se le atribuye. Los verbos copulativos del español son: ser, estar y parecer. Semánticamente, son verbos que apenas aportan información.

Las oraciones que tienen predicado nominal se denominan oraciones copulativas.

La luna está maravillosa esta noche.

● Predicado verbal. Su núcleo es un verbo predicativo, que puede ir acompañado o no de complementos. Semánticamente, el verbo y los complementos aportan informaciones sobre las acciones, los procesos, etc., que se refieren al sujeto.

El verbo predicativo contiene por sí solo la mayor parte de la información del predicado, por lo que a veces puede aparecer sin complementos.

Las oraciones que tienen predicado verbal se denominan predicativas.

La luna apareció muy temprano sobre los edificios.

Predicado nominal. Atributo

Los verbos copulativos son verbos casi vacíos de significado, por ello necesitan obligatoriamente un complemento llamado atributo para expresar las nociones de cualidad o estado del sujeto.

La función de atributo pueden estar desempeñada por diferentes grupos sintácticos: GAdj, GN, GAdv, GPrep o una oración.

Cómo identificar el atributo

a) Eliminación. La oración no tiene sentido si se elimina el atributo. Este señor parece el médico. → *Este señor parece.

b) Sustitución. El atributo se puede conmutar por el pronombre lo y la oración mantiene el mismo sentido. El futuro es incierto. → El futuro lo es.

c) Concordancia con el sujeto. Si se modifica el número del atributo, se modifica el del sujeto y el del verbo. El vaso está limpio.→ Los vasos están limpios.

d) Pregunta. El atributo suele responder ¿cómo? y a veces a la pregunta ¿qué?

El traumatólogo está con fiebre. → ¿Cómo está el traumatólogo?: con fiebre.
Parece una fractura. → ¿Qué parece?: una fractura.

Predicado verbal. Complementos del verbo I

El complemento directo (CD)

El complemento u objeto directo completa la significación de un verbo transitivo. En la oración simple pueden desempeñar esta función: un grupo nominal cuyo núcleo sea un sustantivo o un pronombre, un grupo preposicional con a o una oración.

Cómo identificar el CD

a) Conmutación. Se puede conmutar por los pronombres lo, la, los, las: Mi amigo nos ofreció un refresco. → Mi amigo nos lo ofreció.

b) Transformación en pasiva. El CD en la oración activa pasa a ser sujeto de la oración pasiva: Un refresco nos fue ofrecido por mi amigo.

c) Obligatoriedad. La presencia del CD es necesaria. Es un argumento de los verbos transitivos y solo se puede suprimir cuando el contexto permite recuperarlo: *Mi amigo nos ofreció. Andrea dibuja bien. (Se entiende que dibuja algo.)

d) Pregunta. El CD suele responder a la pregunta ¿qué?, cuando representa un objeto, y ¿a quién? si es de persona: ¿Qué veo? → Veo la televisión. ¿A quién veo? → Veo a Andrés.

Complemento de régimen (CRég)

Es el elemento que completa la significación de algunos verbos que se construyen con preposición: acordarse de, informar de algo, preocuparse por algo, avergonzarse de algo, pensar en algo, consistir en, creer en, dudar de, constar de, prorrumpir en, aspirar a, insistir en, confiar en, prescindir de, depender de, etc.
 
Cómo identificar el CRég

a) Conmutación. El CRég se puede conmutar por un pronombre personal sin perder la preposición: Hablaban de Marta. → Hablaban de ella.

b) Obligatoriedad. Por ser obligatorio, su eliminación suele producir oraciones agramaticales o cambiar el significado del verbo: El libro trata de los defines. → *El libro trata; Mis padres miran por mi salud. → Mis padres miran. (El significado del verbo mirar es distinto.)

El complemento indirecto (CI)

Se trata de un complemento argumental que indica el destinatario de la acción del verbo. En la oración simple pueden desempeñar esta función: un grupo preposicional con a o un grupo nominal cuyo núcleo es un pronombre.

Cómo identificar el CI

● Conmutación. El CI se puede conmutar por los pronombres personales átonos le y les: Lucía escribió una carta a Raúl. → Lucía le escribió una carta. Al sustituir el complemento indirecto por el pronombre correspondiente, puede aparecer duplicado: Lucía le escribió una carta a Raúl.

● Pregunta. El CI puede responder a la pregunta ¿a quién?: ¿A quién escribió Lucía? → Escribió a Raúl.

Predicado verbal. Complementos del verbo II

El complemento circunstancial (CC) Es el complemento no argumental o adjunto que expresa las condiciones en que se produce la acción indicada por el verbo.

Las diferentes condiciones que expresa el complemento circunstancial determina sus tipos: tiempo (CCT), lugar (CCL), modo (CCM), cantidad (CCC), instrumento (CCI), causa (CCCausa), finalidad (CCF), compañía (CCComp). Puede estar desempeñado por un grupo preposicional, un grupo adverbial o incluso un grupo nominal en el caso del complemento circunstancial de tiempo.

Cómo identificar el CC

a) Conmutación. El CC se puede conmutar por un adverbio o, si no es posible, por una preposición seguida de un pronombre; es decir, por un grupo preposicional.
Te espero en tu casa. → Te espero allí.

b) Movilidad. Un CC puede cambiar su posición en la oración sin variar el significado. Ayer dibujamos un cuadro en clase. → En clase dibujamos un cuadro ayer.

c) Obligatoriedad. No se trata de un complemento obligatorio, por lo que se puede eliminar. Compro pan todas las mañanas. → Compro pan.

d) Pregunta. Suele responder a preguntas diversas como ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿con qué?, etc. Llegará a las seis. → ¿Cuándo llegará? A las seis.

El complemento predicativo (CPvo) es una especie de atributo del sujeto o del complemento directo que aparece en las oraciones de predicado verbal. Es decir, produce una doble predicación, del verbo y del sujeto. Puede estar desempeñado por un grupo adjetival, un grupo nominal o un grupo preposicional.

Cómo identificar el CPvo

a) Concordancia. El complemento predicativo concuerda en género y número con el grupo al que complementa. Traía mojado el zapato. → Traía mojadas las botas.

b) Conmutación. A veces admite conmutarse por el adverbio así.
Nos sirvieron frío el pescado. → Nos sirvieron el pescado así.

c) Obligatoriedad. Con algunos verbos la eliminación del CPvo produce resultados agramaticales o cambios importantes en el significado.
Antonio se sintió indispuesto. → *Antonio se sintió.
Marta se quedó pensativa. → Marta se quedó. (Cambia el significado.)

d) Tipo de grupo. Dentro del predicado de una oración predicativa, el grupo adjetival sólo puede realizar la función de predicativo. Nos recibieron muy alegres.

El análisis de la oración. Analizar una oración consiste en identificar todos sus componentes: sujeto, verbo y todos sus complementos.

Cómo analizar una oración

1º Localiza el verbo y fíjate en si la oración es impersonal o no.

2º Busca y analiza el sujeto, si la oración lo tiene:

a) Identifica si está expreso o elíptico.

b) Analiza la estructura del sujeto: localiza el núcleo; comprueba si tiene determinantes; si tiene complementos, identifica qué grupos sintácticos son y analiza su estructura.

3º Identifica y analiza el predicado:

a) Comprueba si la oración es predicativa o copulativa.

b) Reflexiona sobre los complementos argumentales que pueda necesitar el verbo: realiza las pruebas para determinar el tipo de complemento, identifica el grupo sintáctico y analiza su estructura.

c) Analiza los complementos adjuntos del verbo: realiza las pruebas para determinar el tipo de complemento, identifica el grupo sintáctico y analiza su estructura.

Los
vecinos
de
mi
calle
organizaron
un
concurso
de
paellas
en
las
fiestas.



act
n



enl
GN/térm

act
n


enl
GN/térm

act
n
GPrep/CN
enl
GN/térm
act
n
GPrep/CN
n
GN/CD
GPrep/CCT
GN/Suj
GV/Pred


La oración según la naturaleza del verbo

Según la naturaleza del verbo, el predicado puede ser nominal, constituido por un verbo copulativo y un atributo, o verbal, constituido por un verbo predicativo con o sin complementos.

Clases de oraciones de predicado verbal

En función del modo de presentar la información, las oraciones de predicado verbal pueden ser:

Oraciones activas. El sujeto sintáctico realiza la acción expresada por el verbo, como agente, experimentador o instrumento. Según las características semánticas del verbo, las oraciones activas son de dos tipos:

Transitivas. El verbo exige un complemento directo: Nadie dijo nada.

Intransitivas. Carecen de complemento directo: Todos callaron.

Oraciones pasivas. El sujeto sintáctico no realiza la acción del verbo, sino que la acción recae sobre él: El delegado fue elegido por unanimidad. Según la organización de sus elementos, pueden ser:

Pasivas directas. Su verbo está conjugado en participio precedido del verbo ser como auxiliar: El resultado será comunicado al final del examen.

Pasivas indirectas o de pasiva refleja. Se construye con el verbo en voz activa precedido por la forma se: El resultado se comunicará al final del examen.

Dentro del grupo de las oraciones transitivas, se distinguen dos clases dependiendo de sobre quién recae la acción expresada por el verbo:

Oraciones reflexivas. El sujeto realiza y recibe la acción del verbo y aparece en el predicado representado por un pronombre: Eva se peina. Las oraciones reflexivas pueden ser, a su vez:

Reflexivas directas. El pronombre reflexivo funciona como complemento directo: Juan se ducha.

Reflexivas indirectas. El pronombre reflexivo funciona como complemento indirecto: Juan se lava las manos.

Oraciones recíprocas. Se trata de las oraciones que presentan un sujeto múltiple; es decir, un sujeto en plural, y en las que se produce un intercambio de la acción verbal: un sujeto realiza una acción que afecta a otro y viceversa: Laura y yo nos telefoneamos. Las oraciones recíprocas pueden ser, a su vez:

Recíprocas directas. El pronombre recíproco funciona como complemento directo: Ellos se escriben.

Recíprocas indirectas. El pronombre recíproco funciona como complemento indirecto: Ellos se dieron la mano.

En ocasiones el valor recíproco o reflexivo de una frase depende del contexto, por los elementos con que se combina. Por ejemplo, Los pintores se hicieron un retrato puede ser:

Cada pintor se hizo un retrato a sí mismo. → oración reflexiva.

Los pintores se hicieron un retrato mutuamente. → oración recíproca.



La oración compuesta

La oración compuesta se caracteriza por la presencia de varios verbos, a cada uno de los cuales le corresponde un sujeto y unos complementos.

Existen dos tipos de procedimientos para relacionar sintácticamente varios grupos de palabras y oraciones:

● A través de una conjunción o nexo que sirve de unión entre ellas. En este caso pueden relacionarse por coordinación o por subordinación.

● Sin utilizar un elemento de unión, separándolos mediante una pausa al hablar o signos ortográficos al escribir. Este procedimiento es la yuxtaposición.

Coordinación

La coordinación es un procedimiento para relacionar, mediante conjunciones, elementos de una misma jerarquía sintáctica. Pueden enlazarse mediante coordinación grupos de palabras y oraciones.

Las oraciones compuestas por coordinación son oraciones sintácticamente independientes que se presentan unidas por conjunciones coordinantes.

Las oraciones coordinadas están unidas por nexos, que pueden ser conjunciones o locuciones conjuntivas.

Según la conjunción que une sus oraciones y, por tanto, por la relación semántica que se establece entre ellas, las oraciones compuestas coordinadas se clasifican en:

Copulativas. Consiste en la unión o adición de dos o más oraciones. Nexos: y (e), ni.

Disyuntivas. Se trata de la unión de dos o más oraciones que se presentan como alternativas. Nexos: o (u), o bien.

Adversativas. Consiste en unir dos oraciones de forma que la segunda se contrapone a la primera. Nexos: pero, sin embargo, sino, mas, aunque, etc.

Distributivas. Se establece una relación alternativa no excluyente. Nexos: bien… bien, ya… ya, ora… ora, etc.

Explicativas. Consiste en la unión de dos oraciones de modo que la segunda sirve para aclarar o explicar la primera. Nexos: o sea, es decir, etc.

Yuxtaposición

La yuxtaposición consiste en unir varios grupos de palabras u o oraciones sin que exista un nexo entre ellas. Las oraciones unidas por yuxtaposición pueden expresar relaciones semánticas de coordinación o de subordinación.


Semántica

Sinonimia y antonimia

La Semántica es la disciplina que estudia las relaciones de significado que se establecen entre las palabras.

Existen distintos tipos de relaciones semánticas:

● Sinonimia. Es la relación que existe entre palabras de la misma categoría gramatical que comparten un mismo significado. En función de la posibilidad de intercambiar significados, la sinonimia puede ser:

– Total. Entre palabras que pueden intercambiarse en cualquier contexto: incansable/infatigable → ‘que no se cansa o fatiga’.

– Parcial. Entre palabras que comparten significado en algunos contextos, pero no en todos. Es el caso más frecuente: incansable/inagotable → son sinónimos si refieren persona, no si refieren una fuente de energía.

● Antonimia. Es la relación que se da entre dos palabras de significados opuestos. Según su forma, las palabras antónimas pueden ser:

– Antónimos léxicos. Se trata de palabras de familias léxicas diferentes: comprar/vender; sencillo/complicado.

– Antónimos gramaticales. Una de las palabras es derivada de la otra, por tanto, son de la misma familia léxica: útil/inútil; agradable/desagradable.

Dependiendo de la relación entre significante y significado encontramos distintos tipos de fenómenos:

Polisemia. Es el fenómeno que se produce cuando una palabra tiene diferentes significados o acepciones según el contexto en que se emplea.

Monosemia. Es el fenómeno contrario a la polisemia, y se produce cuando a una palabra le corresponde solo un significado.

● Homonimia. Es el fenómeno producido cuando dos palabras diferentes en su origen evolucionan hasta coincidir en la forma, conservando su significado original.


Familia léxica, campo semántico

Las relaciones de significado entre las palabras forman distintos conjuntos:

Familia léxica. Se trata del conjunto de palabras que comparten la misma raíz. Las palabras que componen una familia léxica pueden pertenecer a diferentes categorías gramaticales: sustantivos, verbos, adjetivos o adverbios:

verde → verdoso, verdor, verdura, reverdecer, verdear, verderón, verdejo...

● Campo semántico. Es el conjunto de palabras que comparten parte del significado.


LITERATURA

La métrica

La musicalidad del verso se consigue con dos recursos métricos:

  • La medida de los versos. Los versos están formados por sílabas métricas que no siempre coinciden con las sílabas gramaticales, porque el poeta aplica licencias (sinalefa, diéresis, sinéresis) y normas (acento final del verso).
  • La rima. Es la coincidencia completa o incompleta de vocales y consonantes a partir de la última vocal acentuada de los versos. Si coinciden todas las vocales y las consonantes, la rima es consonante. Si se repiten solo las vocales a partir de la última vocal acentuada, la rima es asonante.

Los versos que riman pueden ser, a su vez, de arte mayor (de nueve o más sílabas: A, B, C…) o de arte menor (de menos de nueve sílabas: a, b, c…). Puede haber versos que no riman con ningún otro, llamados versos sueltos (–).

Las estrofas se clasifican atendiendo al tipo de versos, a su número y a la distribución de las rimas.

Los géneros literarios

Los géneros literarios son modelos que sirven para clasificar y agrupar las diferentes obras literarias según presenten determinadas formas y temas.

  • Género lírico. El autor expresa sus sentimientos, por lo que generalmente emplea la primera persona, llegando a proyectarse sobre las personas, el paisaje y los objetos que contempla. Las funciones del lenguaje predominantes son la expresiva y la poética.
  • Género narrativo. El autor presenta hechos que suceden a unos personajes en un tiempo y en un lugar determinados a través de la voz de un narrador. El ritmo suele ser dinámico, y puede incluir descripciones y diálogos en estilo directo o indirecto. Además de la función poética, también predomina la referencial, ya que transmite información.
  • Género dramático o teatral. El autor narra la acción, en verso o en prosa, a través del diálogo directo entre personajes. El texto está escrito para ser representado en un escenario, por lo que aparecen, normalmente entre paréntesis, aclaraciones sobre los hechos y los personajes, llamadas acotaciones. Las funciones del lenguaje que predominan son la poética y la apelativa, ya que pretende llamar la atención del público.

El lenguaje literario

La característica más importante del lenguaje literario es el afán de atraer la atención sobre sí mismo, embelleciendo la expresión o modificando el significado de lo que se dice.

Para ello, hace uso de las figuras literarias, una serie de recursos lingüísticos o estilísticos, propios de la función poética, que se utilizan para dar mayor expresividad al lenguaje y, al ser poco habituales, sorprenden al lector.

Las principales figuras literarias son:

  • Aliteración. Reiteración de uno o varios sonidos en un grupo de palabras.
  • Anáfora. Repetición de la misma palabra o grupo de palabras al comienzo de frase o verso.
  • Antítesis. Contraposición de dos palabras, expresiones o ideas de significado opuesto.
  • Comparación. Relación entre dos realidades que mantienen entre sí alguna semejanza.
  • Metáfora. Identificación de un elemento real con otro imaginario, en razón de su semejanza.
  • Metonimia. Sustitución de un nombre por otro que mantiene con el primero una relación de contigüidad o proximidad.
  • Sinestesia. Asociación de sensaciones pertenecientes a registros sensoriales diferentes.

La narración

Narrar consiste en contar hechos reales o imaginarios ocurridos a unos personajes en un lugar y un tiempo determinados.

Elementos de la narración

  • Narrador. Es la voz que cuenta la historia. Puede narrar en tercera persona sin participar en la historia (narrador externo), o puede ser uno de los personajes y narrar en primera persona (narrador interno).
  • Acción. Se trata de los acontecimientos que se narran. Es frecuente el empleo de verbos de acción (correr, ir...) conjugados según se hable de hechos presentes, pasados o futuros.
  • Personajes. Son los seres reales o imaginarios que participan en la acción narrativa. Según la importancia o complejidad de su papel pueden ser principales (protagonistas o antagonistas) o secundarios.
  • Espacio y tiempo. Constituyen el marco en el que se desarrolla la acción.

Estructura de la narración

La narración puede avanzar de forma lineal sucediéndose un hecho detrás de otro. Sin embargo, se pueden emplear técnicas para alterar el orden temporal.

La narración lineal plantea unos acontecimientos ordenados en el tiempo de forma cronológica. Se organiza en introducción, nudo y desenlace.

  • Introducción. Se presentan los personajes y se sitúa la acción narrativa en un espacio y un tiempo.
  • Nudo. Surgen los problemas o conflictos que desarrollan la acción narrativa.
  • Desenlace. Se resuelven los conflictos planteados en el nudo. El desenlace puede ser feliz, trágico o abierto; es decir, depende de la interpretación del lector.

La novela

Una novela es un texto narrativo extenso que cuenta una historia real o ficticia. Siempre es un texto escrito y, generalmente, de autor conocido.

Características de la novela

  • Verosimilitud. El propósito del autor de la novela es crear una historia que, aunque sea ficticia, parezca verdadera.
  • Variedad de textos. Aunque la novela es predominantemente narrativa, puede incluir descripciones, diálogos, documentos históricos, etc.
  • Extensión y complejidad. Estos dos rasgos afectan a los elementos que conforman la novela de la siguiente manera:

- Narrador. La historia puede ser contada por un solo narrador (en 1ª o en 3ª persona) o por varios narradores que aportan diferentes perspectivas.

- Personajes. Aparecen muchos personajes. Sus sentimientos y acciones construyen la historia. Pueden ser planos, sin matices, o redondos y complejos.

- Acción. Hay una historia principal de la que dependen otras secundarias. Se suele estructurar en capítulos y puede mantener un desarrollo lineal o incluir anticipaciones, retrocesos o elipsis de acontecimientos.

- Escenario. Se trata del lugar y la época de la historia. Suele haber múltiples espacios, minuciosamente descritos. El tiempo se precisa con exhaustividad, tanto el externo o momento histórico como el interno o la duración de los hechos.

La descripción

Describir consiste en transmitir las características de un elemento real o ficticio (una persona, un objeto, un paisaje, una situación) presentando su forma y sus cualidades más significativas. Dependiendo de cómo describamos un objeto o un individuo, la descripción puede ser:

Descripción dinámica. Se describe el objeto o el individuo explicando su comportamiento. No debe confundirse con una narración, pues no sigue una estructura de presentación, nudo y desenlace.

● Descripción estática. Presenta las características estables de seres animados o inanimados, paisajes, etc.; es decir, presenta una realidad como si no cambiara. La descripción estática de personas puede ser: Prosopografía (centra su atención en los aspectos externos), Etopeya (resalta los aspectos psicológicos o morales del individuo, sus virtudes, defectos, etc.). Retrato (Es la suma de la prosopografía y la etopeya. Se presenta al individuo tanto física como moralmente).

Según la actitud del emisor hacia la descripción que realiza, distinguimos:

Descripción objetiva. El emisor transmite los rasgos del objeto descrito de forma rigurosa sin que interfieran valoraciones personales.

Descripción subjetiva. El emisor aporta su propia visión y sus opiniones en la descripción.

HISTORIA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA
 
La Edad Media

La Edad Media europea se inicia con la caída del Imperio romano en el siglo v y culmina con la conquista de Constantinopla por los turcos en el siglo xv.

La poesía lírica medieval

Además de la Iglesia como factor cultural, la transmisión oral realizada por trovadores y juglares es fundamental para la difusión de la cultura. En la Península conviven dos tipos de literatura: una literatura culta, que trata temas didácticos, religiosos, políticos y morales; y una literatura popular, con textos sencillos que hablan de la vida cotidiana, el trabajo, la guerra... y que recogen el sentir del pueblo.

Los textos más significativos de la poesía lírica popular son las jarchas y las cantigas de amigo:

  • Jarchas. Son la primera manifestación de la lírica peninsular en romance, surgidas a principios del siglo xi. Estaban escritas en mozárabe, y aparecían al final de las moaxajas en árabe. Son poemas amorosos cortos, sin autor conocido, en los que una muchacha expresa sus sentimientos a través de repeticiones.
  • Cantigas de amigo. Se escribieron en gallego portugués durante los siglos xiii y xiv. Son poemas amorosos en los que una muchacha se dirige a su madre o una amiga para hablar de un amado.

La poesía épica medieval

Los poemas épicos son narraciones en verso que relatan las gestas o hazañas ejemplares de héroes.

Suelen estar escritos en verso, y su origen está en los poemas del ciclo artúrico o bretón y del ciclo carolingio.

La épica castellana: el mester de juglaría

El mester de juglaría es el arte u oficio de los juglares, que relataban poemas épicos amenizados con música y danza en los que mezclaban historia y leyenda.

Los poemas épicos más importantes son los cantares de gesta y los romances.

  • Los cantares de gesta son poemas épicos que narran las hazañas de un personaje heroico. Es un tipo de literatura popular y anónima que utiliza una serie de versos irregulares con rima asonante. Se caracteriza por su estilo descriptivo y la veracidad de los hechos.

El cantar de gesta más importantes es el Cantar de Mio Cid, un poema compuesto hacia 1140 que trata la capacidad de un personaje heroico, Rodrígo Díaz de Vivar, el Cid, de recuperar la honra perdida.

  • Los romances son composiciones anónimas, de carácter épico o épico-lírico, creadas para ser cantadas o acompañadas con algún instrumento. Se componen de tiradas indefinidas de versos octosílabos con rima asonante en los versos pares. Los impares quedan sueltos o libres.

El conjunto de romances se denomina Romancero, que se divide en Romancero viejo (formado por todos los romances anónimos compuestos desde el siglo xiv hasta el siglo xvi) y el Romancero nuevo (romances escritos por autores conocidos a partir de la segunda mitad del siglo xvi).

Según los temas que traten, los romances son históricos o novelescos. En ambos casos, se caracterizan por recursos que facilitan la memorización del poema, como repeticiones y paralelismos, enumeraciones y uso del estilo directo.



La poesía narrativa medieval. La poesía cortesana del siglo xv

El mester de clerecía

El mester de clerecía fue una escuela poética culta que compuso poemas narrativos didácticos durante los siglos xiii y xiv.

Recibe el nombre de los clérigos que comenzaron a escribir en lengua romance para divulgar el conocimiento al que tenían acceso.

La literatura del mester de clerecía se caracteriza por su finalidad didáctica y moral, el uso de un lenguaje culto y el uso de la cuaderna vía. El autor más destacado es Gonzalo de Berceo.

  • Gonzalo de Berceo. Toda su obra tiene una tiene una intención didáctica religiosa. Utiliza un lenguaje familiar y sencillo. Su obra más importante son los Milagros de Nuestra Señora.
  • Juan Ruiz, arcipreste de Hita. Es el autor del Libro de Buen Amor, obra fundamental del siglo xiv. Esta obra se caracteriza por el uso de descripciones plásticas, sátiras y exageraciones, y por la creación de los personajes. Es una autobiografía ficticia en la que emplea estrofas diversas.

La poesía cortesana del siglo xv

Los autores de la lírica del siglo xv son nobles de la corte, cultos, que se inspiran en la poesía provenzal francesa para crear sus composiciones de amor. Los más conocidos son el marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique,

  • Marqués de Santillana. Escribió obras en prosa y en verso. Intenta adaptar las formas italianas a la literatura española. Su obra más importante son las Serranillas.
  • Juan de Mena. Compuso obras en prosa, poemas amorosos y poemas morales y de reflexión sobre la muerte, recogidos en los cancioneros. Su obra principal es Laberinto de Fortuna.
  • Jorge Manrique. Su obra más famosa son las Coplas a la muerte de su padre, elegía en la que habla de la muerte desde una perspectiva cristiana. Consta de cuarenta estrofas llamadas coplas de pie quebrado o manriqueñas, formadas por versos de ocho y cuatro sílabas con rima consonante (8a 8b 4c 8a 8b 4c).


La prosa y el teatro medievales. La Celestina

La prosa medieval

En la Edad Media destacan dos tipos de libros escritos en prosa: prosa científica y prosa narrativa.

En la Europa medieval triunfan las recopilaciones de relatos enmarcados, y destacan el Decamerón de Giovanni Boccaccio y los cuentos del Calila y Dimna y Sendebar, recopilaciones de la tradición india que llegan a Europa mediante su traducción árabe.

En la prosa medieval española destacan las figuras de Alfonso X el Sabio y de su sobrino, Don Juan Manuel.

Alfonso X el Sabio destaca por impulsar la Escuela de traductores de Toledo, cuyos objetivos fueron unificar el castellano y difundir el conocimiento a la población.

Don Juan Manuel destaca por su obra El conde Lucanor, que es una colección de 51 ejemplos o cuentos con moraleja escritos con un estilo sencillo y claro.



El teatro medieval

El teatro medieval castellano tiene su origen en pequeñas piezas que se representaban en fechas clave del calendario religioso y en otras obras breves relacionadas con el mundo profano de la vida de la corte.

El teatro religioso es de tres tipos, que representa episodios de los ritos litúrgicos, comienza en las iglesias y poco a poco sale a la calle, más cercano ya al teatro profano. Se distinguen obras de dos tipos: tropos y dramas litúrgicos, como el Auto de los Reyes Magos.

En Castilla existió también un teatro profano, en forma de farsas y juegos de escarnio. Eran piezas breves que satirizaban las costumbres de la época. La obra más importante del teatro profano medieval es La Celestina, del siglo xv.

La Celestina

La Tragicomedia de Calisto y Melibea, o La Celestina, es una obra de Fernando de Rojas de 1499. Refleja la crisis de la sociedad medieval y el auge de la clase nueva, la burguesía. Pertenece al género de la comedia humanística y tanto los personajes como la trama tienen una intención moral.



El Renacimiento

Contexto histórico

El Renacimiento significa la transición de la Edad Media a la Edad Moderna gracias a diversas transformaciones:

Sociales. Aparición de la burguesía y aumento de la población. En la Península, debido a razones religiosas destacan los procesos de limpieza de sangre.

Económicas. El crecimiento demográfico provoca la expansión de la economía. Los descubrimientos geográficos favorecen la extensión de las rutas comerciales.

Políticas. Desde el siglo xv surgen las monarquías autoritarias. En la Península, destaca la continuación de la conquista de América y las guerras por nuevas conquistas europeas. En el ámbito religioso, está marcado por la Contrarreforma católica y los enfrentamientos religiosos.

Cultura. A principios del siglo xvi surge una nueva mentalidad, el humanismo, cuyos rasgos principales son el antropocentrismo, el redescubrimiento de la cultura grecolatina y la primacía de la razón y la experiencia. Destaca la aparición de un gran avance técnico: la imprenta.

La literatura renacentista. La lírica renacentista

La literatura renacentista experimenta grandes cambios con respecto a la Edad Media en cuanto a los temas, la forma y el estilo. Estos cambios afectan sobre todo a la poesía:

Temas. Las obras tratan del amor y la naturaleza, referencias mitológicas y de temas históricos y didácticos.

Forma. Se recuperan formas de la Antigüedad grecolatina, como la égloga, la elegía, la epístola y el diálogo. Surge un género nuevo: la novela picaresca.

Estilo. Se busca claridad y equilibrio.

La lírica renacentista tiene gran influencia italiana, especialmente de Petrarca. Utiliza formas clásicas, como la elegía, la égloga o la epístola, y estrofas italianas, como el soneto, la octava real, la lira y la silva. Los temas principales son el amor no correspondido y la exaltación de la amada, desde el ideal de belleza clásico.

En España se dan dos grandes líneas poéticas: la lirica petrarquista y la lírica religiosa.

La lírica petrarquista. El autor principal es Garcilaso de la Vega. Junto al poeta Juan Boscán es el introductor de los metros y estrofas italianos en la poesía española, como canciones, sonetos y liras. Trata temas como el amor y la naturaleza mediante un estilo musical y sin artificios. Escribió tres églogas, dos elegías, una epístola, cinco canciones y treinta y ocho sonetos.

La lírica religiosa. En la segunda mitad del siglo xvi, aparecen dos clases de poesía religiosa: la poesía ascética, que pretende la perfección moral y cuyo autor principal es Fray Luis de León, y la poesía mística, que pretende la unión del alma con Dios y cuyo autor principal es San Juan de la Cruz.

Fray Luis de León. Agustino y catedrático de Teología en la Universidad de Salamanca, estuvo en prisión por traducir el Cantar de los cantares. Es autor de obras tanto en verso (Oda a la vida retirada, Noche serena), como en prosa (La perfecta casada), cuyas características principales son la preferencia por la lira. Los temas principales de su obra son el deseo de soledad y de comunicación con Dios. Emplea un estilo sencillo.

  • San Juan de la Cruz. Fue carmelita y, junto a Santa Teresa, acometió la reforma de la orden, basada en la defensa de una vida dedicada a la oración y ajena a las cosas materiales. Su obra está cargada de un profundo sentimiento religioso (Cántico espiritual, Noche oscura y Llama de amor viva). Utiliza especialmente la lira. Su tema principal es la búsqueda y unión con Dios.

La prosa didáctica renacentista. El teatro renacentista

La literatura renacentista está marcada por la ruptura con la Edad Media y el surgimiento de una nueva mentalidad, el humanismo, en la que el ser humano se convierte en el centro del universo y en el núcleo de una nueva escala de valores.

Destaca la influencia de pensadores europeos como Nicolás de Maquiavelo, Baltasar de Castiglione, Erasmo de Rotterdam, Tomás Moro y Miguel de Montaigne.

La prosa didáctica

La influencia europea en España se plasmó en tres géneros:

● La prosa histórica. Destacan los historiadores de Indias, como Bernal Díaz del Castillo (Historia verdadera de la conquista de la Nueva España) y Fray Bartolomé de las Casas. (Brevísima relación de la destrucción de las Indias), que narran la fascinación por el nuevo continente.

● La prosa de pensamiento. Propone un nuevo modelo de hombre renacentista basado en valores morales humanistas. Su autor principal es Fray Antonio de Guevara (Menosprecio de corte y alabanza de aldea).

● El diálogo. Retoma la tradición grecolatina, fundamentalmente a Platón. Se basa en la exposición de ideas por medio de diálogos ficticios. La obra principal del género es el Diálogo de la lengua de Juan de Valdés, en el que analiza y defiende el español, lengua que coloca a la altura del latín. En ella propone un estilo sencillo y conciso apoyándose en refranes y ejemplos como recursos didácticos.

El teatro renacentista

El cambio de mentalidad que supuso el Renacimiento se manifestó también en el teatro: este perdió el significado religioso que tenía en la Edad Media y se convirtió en un espectáculo de entretenimiento.

El teatro español del siglo xvi tiene su origen en el teatro italiano renacentista, cuyas formas más representativas son:

● La Commedia dell’Arte. Imita las comedias latinas clásicas y cuyo objetivo es provocar risa y en la que predomina el diálogo. Utiliza personajes fijos.

● La comedia italiana. Podía ser de dos tipos: la comedia de enredo, que escenificaba intrigas sorprendentes, y la comedia de costumbres, que criticaba aspectos de la sociedad contemporánea utilizando como modelo el teatro clásico.

En España, el teatro pasa a escenificarse en corrales de comedias, a los que acude todo tipo de público. Se trata de un teatro de entretenimiento. Destacan dos autores:

● Bartolomé Torres Naharro. Considerado el padre del teatro clásico español, en su obra completa, Propalladia, expone sus ideas principales sobre el teatro: es un género para ser representado, puede mezclar tragedia y comedia, y debe tener un máximo de doce personajes y cinco actos o jornada.

● Lope de Rueda. Sus obras están influidas por la comedia italiana. En sus breves piezas o pasos, escritas en prosa, utiliza la lengua de la calle con finalidad cómica.

La prosa de ficción renacentista. El Lazarillo de Tormes

El principal género de entretenimiento popular en el Renacimiento es la prosa narrativa de ficción y, sobre todo, la novela.

Los cuatro subgéneros novelísticos principales en el Renacimiento son:

● La novela de caballerías. Sigue disfrutando de gran éxito durante el siglo xvi. Los títulos más importantes son Tirante el Blanco de Joanot Martorell y Amadís de Gaula de Garci Rodríguez de Montalvo.

● La novela pastoril. Cuenta las desventuras amorosas de unos pastores cultos e idealizados en una naturaleza idílica. Está escrita en prosa, pero también incluye canciones, sonetos y otros poemas. La obra más representativa es Diana de Jorge de Montemayor.

● La novela morisca. Narra historias de amor de personajes idealizados en el contexto de las últimas luchas entre cristianos y musulmanes. Destaca la Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa, de autor anónimo.

● La novela picaresca. La novela picaresca es un subgénero completamente nuevo en el panorama de la narrativa cuyo origen fue España. Narra las aventuras y desventuras del pícaro, un personaje marginal que sobrevive gracias a su astucia en un entorno hostil. Su obra principal es el Lazarillo de Tormes, de autor anónimo, con la que se inicia el género en España.

El Lazarillo de Tormes

La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades apareció por primera vez en 1554, en cuatro ediciones distintas en cuatro ciudades, siempre sin firmar.

La obra retrata de forma realista y desengañada la sociedad contemporánea: este punto de vista es la principal novedad de la obra en el contexto literario.

Las características principales del Lazarillo son:

● Género epistolar. Toda la novela es una larga carta en la que Lázaro narra su vida.

● Narrador. Está narrada en primera persona y cuenta la vida del protagonista. Más que un relato real, importa que se trata de un relato de gran verosimilitud, característica de la novela moderna.

● Protagonista. Lázaro establece la figura del pícaro, un personaje que sale adelante mediante engaños y trampas.

La obra se divide en un prólogo y siete tratados, en cada uno de los cuales Lázaro cuenta cronológicamente un episodio de su vida al servicio de un amo distinto. La novela en sí sigue una estructura circular: comienza y termina en el mismo punto, Lázaro de adulto contando su vida.



Miguel de Cervantes. Vida y obra. El Quijote

Miguel de Cervantes es un claro ejemplo de hombre renacentista, con gran formación humanística y dedicado a la vida militar. Su obra sintetiza el clasicismo idealista del Renacimiento con el realismo pesimista del Barroco. Abordó la poesía y el teatro, pero destacó en la narrativa.

La poesía

Cultiva diversos estilos. De su admiración Italia provienen sus primeros metros italianos, siguiendo el modelo de Garcilaso de la Vega y la lírica pastoril. Después se dedicó principalmente a la poesía tradicional, que intercalará en sus Novelas ejemplares y El Quijote. Creará también poemas extensos, como el Viaje del Parnaso, en el que reflexiona sobre la poesía y comenta la obra de otros poetas.

El teatro

En la producción dramática de Cervantes se distinguen las siguientes tendencias:

● Teatro clasicista. Sigue el modelo de las tragedias griegas, como El cerco de Numancia.

● Comedias. Escribe, entre otras, La gran sultana y Los baños de Argel.

● Entremeses. Continúa el camino de Lope de Rueda hacia el realismo costumbrista, pero con una mayor carga satírica, como en El retablo de las maravillas.

La obra de Cervantes inaugura la narrativa moderna. Cultiva diversos subgéneros narrativos:

● La novela pastoril. Su primera obra, La Galatea (1585), es una novela pastoril compuesta en verso en la que en un escenario entre real e ideal sus protagonistas Elicio y Erastro, nobles disfrazados de pastores, se disputan el amor de Galatea y reflexionan sobre el amor.

● La novela corta. En 1613 Cervantes publicó un conjunto de novelas cortas con temas y personajes variados con el título Novelas ejemplares. Con esta obra crea un nuevo género utilizando como base los cuentos medievales y la novella italiana. En esta obra trata de proponer un modelo de conducta, de forma que sea un ejemplo al lector.

● La novela bizantina. Cervantes escribió su última obra, Los trabajos de Persiles y Sigismunda, siguiendo el modelo de la novela bizantina en la que se encadenan las aventuras. Narra las peripecias de sus protagonistas hasta llegar a Roma y casarse.

● Don Quijote de la Mancha. Fue publicada en dos partes, en 1605 y 1615. Es la gran obra de Cervantes y supone el inicio de la novela moderna.

● Estructura. Está marcada por las salidas de Alonso Quijano y trufada de argumentos secundarios en forma de pequeñas narraciones:

– 1ª parte: capítulos 1 a 6 de la primera parte.

– 2ª parte: capítulos 7 a 52 de la primera parte.

– 3ª parte: toda la segunda parte.

● Espacio y tiempo. La acción se desarrolla en escenarios reales que Cervantes recrea libremente. Los hechos ocurren en época del autor.

● Temas. Son varios, aunque predomina el idealismo, la crueldad con los débiles, la justicia, el derecho a la libertad y otros. También abarca otros temas más concretos:

– Crítica a los libros de caballerías. Destaca el prólogo a la primera parte.

– Metaliteratura. Reflexiona sobre el hecho literario. Es uno de los rasgos más modernos de El Quijote.

– Denuncia social.

– Locura y libertad se identifican, y se encarnan en el personaje de don Quijote.

– Visión del mundo. Cervantes presenta el mundo como un teatro donde se confunden realidad y ficción que sintetiza el realismo renacentista y el realismo que llega con el Barroco.

● Personajes. Cervantes se sirve de la confrontación de sus personajes protagonistas, que gradualmente desembocará en la “quijotización” de Sancho y la “sanchificación” de don Quijote, mezclando de nuevo realismo e idealismo.

– Don Quijote. Es un hidalgo aficionado a la lectura que cree ser un caballero andante. Sus valores son el idealismo, hacer el bien y el amor a su dama, Dulcinea del Toboso.

  • Sancho. Es el escudero de don Quijote. A diferencia de este, Sancho es realista, materialista y miedoso. Su personalidad se manifiesta de forma importante a través de su conocimiento de la sabiduría popular.

El Barroco

El período Barroco comprendió todo el siglo xvii y, en algunas zonas de Europa, se prolongó hasta mediados del xviii.

En España se asistió a un período de esplendor cultural, conocido como Siglo de Oro, en contraste con la decadencia económica y política.

Las características principales de la literatura en el Barroco son: Entre la lírica renacentista y la barroca no se producen cambios bruscos, sino una evolución.

La lírica barroca se caracteriza por:

Temas. Prosiguen los temas renacentistas, pero desde la nueva visión barroca:

Amor. Unido a la idea del paso del tiempo y la fugacidad de la vida.

Mitología. Con preferencia por historias y personajes trágicos.

Crisis social. Refleja la situación, generalmente desde una perspectiva satírica.

Formas. Conviven las formas cultas y las formas populares.

Formas cultas. De origen italiano; se emplea fundamentalmente el verso endecasílabo, en estrofas como la lira, la silva y, especialmente, el soneto.

Formas populares. Se generaliza el uso de estrofas como el romance y la letrilla, sobre todo en composiciones de tema festivo.

Estilos. Conviven dos modos de entender la literatura:

Culteranismo. Complicación del estilo, uso de referencias mitológicas, cultismos y giros violentos. Destaca Góngora.

Conceptismo. Busca complicadas asociaciones entre conceptos y palabras. Destacan Lope de Vega y Quevedo.

● Luis de Góngora. Es la figura principal del culteranismo o gongorismo. Su obra combina la poesía popular, con letrillas y romances, y la poesía culta, especialmente el soneto. Sus grandes poemas son de carácter culto: Soledades y Fábula de Polifemo y Galatea.

Francisco de Quevedo. Su poesía conceptista revela su carácter irónico y su sentimiento de desengaño de la vida, propio del sentimiento barroco. Cultiva diversas formas y temas.

Poesía amorosa. Destacan sus composiciones a Lisi.

Poesía satírica y burlesca. Se caracteriza por la condensación de su estilo, la hipérbole, la incorporación de términos del lenguaje vulgar y los juegos de palabras.

Poesía moral y religiosa. Rebosa pesimismo y frustración.

Romances. Trata temas diversos: cacerías, fiestas en la corte, las mujeres…

La prosa barroca

Hereda rasgos de la tradición anterior, pero incluye cambios fundamentales en la narración y la caracterización de los personajes. Destacan los siguientes géneros:

La novela picaresca. Sigue fiel al género del Renacimiento, pero ahora el pícaro es un malhechor. Agudiza la sátira de la sociedad.

Destacan La vida del pícaro Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, y El Buscón, de Francisco de Quevedo.

La prosa didáctica. Critica la sociedad de la época con un estilo conceptista, mediante la ironía y la burla.

Destacan la prosa satírica y doctrinal de Quevedo (Los Sueños) y la prosa moral de Baltasar Gracián (El Criticón).



Teatro del Siglo de Oro

Félix Lope de Vega y Carpio (Madrid, 1562-1635) fue dramaturgo, poeta y sacerdote.

Fue un autor famoso y fecundo y participó muy activamente de la vida literaria de la época. Cultivó casi todos los géneros literarios, pero destaca especialmente por su teatro.

Dos de los grandes temas de su obra se corresponden con su experiencia vital: el amor y un profundo sentimiento religioso.

La poesía. Su obra lírica más importante es Rimas humanas, libro recopilatorio que incluye estrofas variadas, como églogas, epístolas y sonetos de tradición italiana. También incluye aquí el Arte nuevo de hacer comedias.

En la narrativa de Lope de Vega destacan dos títulos: La Arcadia y El peregrino en su patria.

La nueva comedia

Lope de Vega fue el responsable del éxito de la comedia en la época. Con su libro El arte nuevo de hacer comedias creó una nueva forma de hacer teatro y estableció las características del género en el siglo xvii.

Dentro de la producción dramática de Lope de Vega, destaca la variedad de temas y versos empleados y su claro objetivo: entretener al público.

Temas. Mezcla de lo trágico y lo cómico, de lo noble y lo popular en la misma obra. Su producción se caracteriza por la variedad temática: escribió obras pastoriles (Belardo el furioso), históricas (Peribáñez y el comendador de Ocaña, Fuenteovejuna o El caballero de Olmedo) y comedias de enredo (El perro del hortelano o La dama boba).

● Ruptura de la regla clásica de las tres unidades. Rompe con la dramaturgia anterior. Se producen saltos en el tiempo y acciones simultáneas.

● Polimetría. Utiliza varios tipos de versos, para dar mayor musicalidad.

● Situaciones de intriga. Para mantener el interés del público.

● Tres actos. Estructuración de la trama en tres actos, que corresponden al planteamiento, al nudo y al desenlace, en lugar de los cinco tradicionales.

● Personajes tipo. Funcionan como arquetipos que se repiten y representan los valores de la sociedad de la época. Destacan el rey, el galán y la dama, el gracioso, el villano y el poderoso.

El teatro barroco

Durante la primera mitad del siglo xvii, el teatro evoluciona de diferente manera en España y en el resto de Europa.

En Europa

Se imita el teatro de origen clásico: se mantiene la estructura en cinco actos, no se mezclan tragedia y comedia, y los personajes representan valores simbólicos. Destacan dos autores: William Shakespeare (Hamlet, Otelo o Romeo y Julieta), en Inglaterra, y Molière (El avaro, El enfermo imaginario), en Francia.

En España la evolución y modernización del teatro en España estuvo marcada por los principios de la comedia nueva de Lope de Vega. En el siglo xvii aparecen los primeros teatros estables en España, la escenografía evoluciona y se crean las primeras compañías profesionales.

Las características generales del teatro en España durante el Barroco son:

Temas. Cualquier asunto puede ser tema del teatro barroco. Estos temas se españolizan y se expresan siempre desde una visión propia del Barroco.

Forma. Insiste en el rechazo al lenguaje clásico y a la regla clásica de las tres unidades. Las acciones se vuelven muy imaginativas, y el lenguaje complica su forma y su contenido a través del conceptismo y el culteranismo. Las obras suelen tener una intención ideológica y sus personajes se convierten en símbolos.

Representación. El teatro pretende ser el entretenimiento favorito del pueblo, lo que provocó diversos cambios: las obras pasaron a representarse en corrales de comedias (patios interiores de las casas que sirven como escenarios estables) y la escenografía evoluciona hasta incluir efectos especiales y de sonido y tramoya.

Durante el Barroco, además de Lope de Vega, destacan otros dos autores dramáticos: Pedro Calderón de la Barca (La dama duende, La vida es sueño, El alcalde de Zalamea), Tirso de Molina (La pruedencia de la mujer, El burlador de Sevilla) y Antonio Mira de Amescua (El esclavo del demonio).


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